Historia Política Latinoamericana

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Evaluación

Evaluación Historia Política Latinoamericana

1- Seleccione un texto bibliográfico y compárelo con el análisis realizado por Halperín Donghi. Delimite acercamientos y diferencias planteadas por los autores.

2- Seleccione un país (Exceptuando México, Brasil, Argentina y Venezuela) y realice un seguimiento desde su emancipación hasta su inserción al mercado internacional. Delimite: estructura económica, clases sociales y expresiones políticas en relación a cada período propuesto por Halperín Donghi.

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Presentación Oral

Historia Contemporánea de América Latina. Tulio Halperin Donghi

Historia Contemporánea de América Latina - Tulio Halperín Donghi

lunes, 30 de abril de 2012

La era de Vargas, la cara del populismo en Brasil

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vol.23 no.91Proceso de modernización, auge y estancamiento de la agroindustria azucarera en VenezuelaReforma económica y región: el caso del centro occidente de México, 1981-2001  índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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Tierra Firme
ISSN 0798-2968 versión impresa

 

TF v.23 n.91 Caracas sep. 2005
 
Como citar este artículo
La era de Vargas, la cara del populismo en Brasil
Alejandro  Mendible Zurita
Universidad Central de Venezuela
Resumen
En Brasil, el presidente Getúlio Vargas encarna como ningún otro político el período populista. Su acción protagónica se extiende desde su proyección en el escenario político nacional como el principal líder de la Revolución de 1930 hasta su impactante suicidio el 24 de agosto de 1954. En ese tiempo es el manipulador y coordinador más prominente de un amplio movimiento de transformación que impulsa el cambio de un país rural dominado por las oligarquías paulista del café y ganadera de Minas Gerais, a otro industrializado y urbanizado. Vargas es considerado como uno de los presidentes de mayor influencia en el Brasil Contemporáneo y con él surge el nuevo estado brasileño.
Palabras claves: Brasil, populismo, urbanismo, industrialización, carisma, Getúlio  Vargas
The Vargas era, the face of populism in Brazil
Alejandro Mendible Zurita
Abstract:
I Brazil, President Getúlio Vargas represents as no other politician the populist period. Its leadership attitude and actions are present since its appearance on the country's political arena as the main leader of the 1930 Revolution until his shocking suicide on August 24, 1954. By that time, he was the truly the puppet master of a country-wide movement of transformation that changed Brazil from a rural country dominated by the coffee oligarchies from Sao Paulo and large cattle farmers from Minas Gerais, to an industrialized and urbanized country. Vargas is considered one the presidents with largest influence on contemporary Brazil and responsible for the emergence of the new Brazilian State.
Keywords: Brazil, populism, urbanization, industrialization, charisma, Getúlio Vargas.
L'ère de Vargas: le visage du populisme au brésil
Alejandro Mendible Zurita
Résumé:
Au Brésil, le président Getúlio Vargas incarne comme personne d'autre la période populiste. Son influence s'est fait sentir dans la scène politique nationale, non seulement lors de la Révolution de 1930, dont il était le leader principal, mais aussi jusqu'à la fin de sa vie, par un suicide le 24 août 1954. Depuis l'époque de la Révolution, Vargas manipule et coordonne de façon remarquable un large mouvement de transformation qui favorise le passage d'un pays rural, contrôlé par l'oligarchie pauliste du café et celle de l'élevage des Mines Gerais, à un pays industrialisé et urbanisé. Vargas est considéré comme l'un des présidents les plus importants du Brésil contemporain: c'est sous son mandat qu'a vu le jour le nouvel état brésilien.
Mots-clés: Brésil, populisme, urbanisme, industrialisation, charisme, Getúlio Vargas.
En el último día de octubre de 1930, Getúlio Dornelles Vargas hacía su entrada triunfal en Río de Janeiro, tenía 47 años de edad, era pequeño de estatura: de 1,60 cm de alto, poseía amplias espaldas y ademanes calmados, vestía uniforme militar, lucía un pañuelo rojo alrededor del cuello y en su cabeza portaba un sombrero gaucho de alas largas. A pesar de que el futuro "jefe" del gobierno provisorio venía desde Río Grande do Sul, en tren, en una jornada ruidosa y apoteósica, muchos de sus aliados gauchos cubrieron el trayecto de casi 1.500 kilómetros a caballo.1 Pocos días después, el 3 de noviembre, Vargas asume la presidencia, y en su discurso de toma de posesión señala 17 puntos que constituirían el norte de su gestión, entre ellos destaca el saneamiento físico y moral, la extirpación de los agentes de corrupción, la defensa social, educativa, sanitaria y manifiesta su voluntad en democratizar el Brasil.
Se abría así la era de Vargas, que duraría hasta su impactante suicidio la madrugada del 24 de agosto de 1954. Durante su gestión personalizó en alto grado el poder presidencial, marcando un sello trascendente y quedando en la historia del Brasil como uno de los más influyentes gobernantes del siglo XX. Actuó por veinte años como el gran articulador político del nuevo polo emergente socio político del Brasil y fue el principal actor del cambio de orientación populista que impulsó la transformación de un país rural agro exportador de café a otro urbano en vías de industrialización.
El populismo en Brasil es producto de la larga etapa de transformaciones por la que pasa su sociedad desde 1930. El fenómeno se presenta como la expresión del período de crisis de la oligarquía y del liberalismo, siempre muy afines en la historia brasileña, y del proceso de democratización del Estado, que a su vez tienen que apoyarse en algún tipo de autoritarismo como ocurrió durante la dictadura institucional de Vargas en el Estado Novo. Después, la tendencia populista se marca con mayor intensidad a partir de 1950, cuando Vargas gana las elecciones y llega a la presidencia expresando que lo hacía, "no como político sino como líder de masas".
Vargas, para cambiar la imagen de dictador que tenía en 1945, y proyectar una nueva de gobernante democrático, incursiona en la actuación populista, la cual, progresivamente se va radicalizando. El populismo, según un estudioso del período, el historiador brasileño Francisco Weffort, se caracterizaba como un fenómeno político que asumió diversas facetas, frecuentemente contradictorias y logró establecer la ampliación de las bases del Estado brasileño. Según este autor, el populismo brasileño fue una estructura institucional de tipo autoritario y semicorporativa; orientación política de tendencia nacionalista, antiliberal y antioligárquica; orientación económica de tendencia nacionalista e industrialista; composición social policlasista, pero con apoyo mayoritario de las clases medias.2
LOS ANTECEDENTES PERSONALES DE GETÚLIO VARGAS
Hasta 1930, Vargas, no se había proyectado como un líder carismático de dimensiones nacionales; no obstante haber ocupado posiciones políticas importantes. Había nacido en la pequeña ciudad de São Borja fronteriza con Argentina, el 19 de abril de 1883. Este pueblo fue uno de los siete fundado por las Misiones Jesuitas en el marco de la acción misional española en la parte oriental, pero posteriormente, pasó a ser posesión portuguesa, mediante el Tratado de Madrid de 1750.3 Algunos de sus biógrafos destacan su lugar de origen como una posible influencia en su inclinación caudillista presente durante su vida política. Su padre, Evaristo Vargas, participó en la Guerra del Paraguay entre 1864 y 1870.4 Con relación al apellido domina la descendencia canaria y pueden encontrarse vínculos familiares con los Vargas de Venezuela.5 Recordemos que el primer presidente civil en la historia de nuestro país fue el Dr. José María Vargas, en 1835.
La Revolución de 1930 es el primer movimiento de dimensiones nacionales en Brasil, ...se convirtió en una divisoria de aguas que alteró las instituciones liberales existentes en el país.
En su juventud Vargas intentó ser militar, pero poco después lo dejó para interesarse por el estudio de derecho y se convirtió en abogado, en 1907, iniciando su ejercicio profesional en la ciudad de Porto Alegre, la capital del Estado ganadero de Río Grande do Sul. En esta ciudad ingresó a la actividad política bajo la protección de Julio de Castilhos, el más influyente coronel en el Estado y una representación viva de la modalidad autoritaria que el pensamiento positivista había alcanzado en esta región.6 Respaldado por Castillo, se convierte primero en Gobernador del Estado y después, a finales de la década del 20, asciende a Ministro de Hacienda del presidente Washington Luis. Luego deja el gobierno en 1929 para presentarse como candidato a la Presidencia de la República en la fórmula organizada por el movimiento de la "Alianza Liberal". El movimiento era una plataforma electoral integrada por los sectores excluidos de la "República del Café con Leche", mote con el cual se calificaba a los dueños del poder durante la Vieja República: la oligarquía del café de São Paulo y la de los ganaderos de Minas Gerais. El movimiento era inicialmente reformista y sólo pretendía a atender, en mínima parte, las aspiraciones populares y, en lo fundamental, buscaba anticiparse a un posible movimiento popular.
La Revolución de 1930 es el primer gran movimiento de dimensiones nacionales en Brasil, y marca un punto de ruptura entre dos épocas. Con anterioridad, la Independencia ocurrida el 7 de septiembre de 1822, y el surgimiento de la República el 15 de noviembre de 1889 fueron fechas de transición operadas dentro del seno de las elites gobernantes. La Revolución de 1930 es considerada por algunos historiadores brasileños como una breve discontinuidad dentro de una larga continuidad caracterizada por pactos selectivos de las elites. Para Weffort, en la formación social de Brasil en 1930 existía una contradicción básica entre el sector agrario exportador, representado por el latifundio semifeudal asociado al imperialismo, y los intereses volcados hacia el mercado interno, representado por la "burguesía". Esta contradicción la resuelve la revolución a favor de los intereses de la burguesía.7 Sin embargo, la gran crisis internacional derivada del "crash" de la Bolsa de Nueva York en 29 fue el factor determinante del levantamiento popular, debido a sus efectos devastadores sobre la economía del Brasil, dominada por la exportación del café. Esta situación causó el surgimiento de un nuevo tipo de estado que en medio de la crisis existente, busca nuevas respuestas a la situación creada por el colapso de la economía agraria. Esta coyuntura agudiza las contradicciones acumuladas durante el período de la Vieja República (1889-1930). En dichas décadas se forma en los Estados relegados el cuestionamiento a la posición privilegiada de las oligarquías de São Paulo, y Minas Gerais. Esta actitud era cuestionada por los estados de Río Grande do Sul y los del Nordeste. Incluso, en el Estado de São Paulo, el partido dominante, el Partido Republicano Paulista (PPP), se dividió y se formó uno nuevo, el Partido Democrático. Por otra parte, las oligarquías dominantes del café, en São Paulo y la del ganado en Minas Gerais, entraron en desavenencias en las elecciones de 1929, cuando la candidatura presidencial que según la Política de gobernadores -establecido desde 1902 por el Presidente Campos Sales- le correspondía por rotación a Antonio Carlos de Andrade, representante del Estado de Minas Gerais. En 1929, el presidente Washington Luis, de São Paulo, se negó a honrar el acuerdo y propuso para la primera magistratura a otro paulista, Julio Prestes. En esas elecciones, como se ha señalado, Getúlio Vargas resultó derrotado por amplio margen, por el candidato del gobierno.
VARGAS, PRESIDENTE DE FACTO EN UN ESTADO DE COMPROMISOS
La Revolución de 1930 se convirtió en una divisoria de aguas que alteró las instituciones liberales existentes en el país. El movimiento estalló en los Estados de Río de Grande do Sul, Minas Gerais y Paraíba. Según,
Boris Fausto, un estudioso del evento: "no tiene en la historia del Brasil otro que se le pueda comparar en rapidez, extensión y profundas consecuencias en la vida nacional. Desde este punto de vista es el más importante de la historia del Brasil."8
En Brasil, el desenvolvimiento liberal venía siendo distorsionado desde 1906, cuando los productores de café logran el Acuerdo de Taubaté, mediante el cual manipulan los intereses económicos del Estado para favorecer sus propios intereses. Pero la profunda crisis generada a partir del 30 impulsa al nuevo gobierno a buscar la diversificación de la economía y nuevos ingresos para suplir la caída vertiginosa del café. La política de diversificación fue recomendada en 1931 en "The Niemeyer Report" (El Reporte Niemeyer), el cual fue publicado después de que el economista inglés, Otto Niemeyer, fuera invitado al Brasil por el gobierno, para el estudio de la precaria situación económica en que se encontraba el país, y a su vez señalara fórmulas para superar la crisis planteada por la depresión.9
De esta manera se inicia un proceso, por una parte "espontáneo" y, por otra intencional, de parte del gobierno para estimular la industrialización. Para impulsar estos cambios, Getúlio Vargas se convierte en el gran organizador de una nueva alianza que impulsa el tránsito de un país dominado por las oligarquías y predominantemente rural a otro urbano e industrializado. La caída de los "barones del café" es suplantada por el ascenso de las capas medias, los movimientos de los tenientes, la clase obrera y sectores industriales.
En particular, para el desarrollo del presente trabajo merece destacarse el caso de los tenientes. El «tenientismo» fue el nombre dado al conjunto de revueltas que establecieron la participación de los jóvenes oficiales en el proceso político del Brasil a lo largo de la década de 1920. Éstos fueron los grupos más activos dentro del ejército y constituían la expresión de sus cuadros medios, esencialmente jóvenes egresados de la escuela militar y que pretendían hacer la transformación real del país. El ejército se había convertido en una embajada receptora de las inquietudes de las capas medias de la población; por cuanto el acceso al ejército se mantenía abierto para dichos sectores. El "tenientismo" no tenía un esquema teórico o plataforma ideológica definida, pero actuaba ante un estado de cosas existentes en el país que lo impulsaba a tomar posición. Observaban un país anarquizado donde imperaba en la región del Nordeste la acción de los "cangaceiros" (grupo de bandoleros armados, practicantes de un bandidismo social).10 En la región Sur, mucho más prospera, el poder civil estaba controlado por oligarquías voraces. En general los tenientes consideraban que Brasil tenía una estructura socio económica decadente. Contra este estado de cosas adversas, estos jóvenes militares reaccionan.
La primera acción directa de los jóvenes tenientes se produjo en 1922, en el Fuerte de Copacabana, en Río de Janeiro, cuando diecisiete oficiales y un civil terminan siendo masacrados por las fuerzas oficiales leales del gobierno en las playas de la ciudad. Dos años después, en 1924, se produce una nueva insurrección en São Paulo. En medio de la contienda ocurre un incidente revelador de la mentalidad de los tenientes. En una reunión decisiva, un prominente representante del grupo toma la palabra para pedirle a sus colegas hacer la revolución pronto, antes de que la haga el pueblo.
La revuelta nuevamente fracasa, pero se produce un repliegue de los comprometidos hasta el Estado de Río Grande do Sul, dirigido por el teniente Miguel Costa. En este Estado, se encuentran con el ingeniero militar Luiz Carlos Prestes, quien estaba construyendo un ferrocarril. Prestes no pudo participar en el primer alzamiento de los tenientes en Río de Janeiro por encontrase enfermo. En esta oportunidad, al reorganizarse los insurrectos, emprenden la célebre marcha dirigida por Prestes, andando por más de 24 mil kilómetros a lo largo del inmenso Brasil, propagando la idea de la reforma agraria, la justicia social y la esperanza de construir un país mejor. En general, el movimiento "tenientista" es considerado en la bibliografía como una manifestación temprana del militarismo brasileño, otros lo consideran como un grupo de vanguardia que anuncia el ascenso de las clases medias en Brasil. Los tenientes participaron de manera decisiva en la Revolución del 1930 y posteriormente se convierten en aliados integrantes del Gobierno provisorio de Getúlio Vargas. El presidente, con habilidad, los utiliza para designarlos como gobernadores interventores en los estados, tratando de suplantar el antiguo orden federal vigente durante la Vieja República. Particularmente, en el Estado de São Paulo, Vargas nombra al teniente João Alberto, quien rápidamente entra en confrontación con los sectores vivos de la ciudad más industrializada e importante del Brasil. Esta situación se va agudizando y en 1932, se produce una revolución separatista. Las características de este movimiento lo señalan como uno de los pocos participantes con estas manifestaciones, por lo que motiva su estudio a los historiadores brasileños, quienes encuentran, entre otros aspectos, el enfrentamiento entre la modernidad representada por São Paulo y el atraso imperante en el resto del país. El movimiento liberal encuentra en la causa separatista de São Paulo fuerza apropiada para luchar contra las pretensiones de la dictadura intervencionista que irrespeta el derecho del influyente Estado. El levantamiento logra despertar el entusiasmo regional de los habitantes de São Paulo y se forma un amplio frente representado por los diferentes sectores sociales paulistanos. Por su parte, Vargas la consideró como una "contra revolución, un movimiento reaccionario que pretendía retrotraer al país a la situación anterior a la Revolución del 30."11
Al final del conflicto se produce un gran acuerdo de conciliación entre el gobierno nacional y el Estado de São Paulo. Resulta muy revelador el astuto comportamiento de Getúlio Vargas, ya que el presidente, por una parte aprovecha la oportunidad para apartarse de los tenientes y acercarse al ejército nacional dirigido por el general Gois Montero y, por la otra, logra ganar el apoyo de representantes de los sectores cafetaleros que habían sido expulsados del poder por efectos del triunfo de la Revolución de 1930. El comportamiento de Vargas es un ejemplo de su captación de la oportunidad y de cómo la capitaliza para su propio beneficio. Su figura se presenta como la de un personaje que sabe adaptarse a las circunstancias, que trata de evitar o de crearse enemigos inútiles; todo lo contrario, busca cada vez que se le presenta la ocasión, crear nuevos aliados o adeptos que le puedan ser de utilidad para sus fines. En el estilo de gobierno y de conducción de Vargas se observa la utilización de los ya conocidos medios empleados por los políticos populistas de aprovecharse de las ventajas del gobierno para ofrecer empleos, propinas, facilidades de toda naturaleza a sus amigos, o aquellas figuras o personas que le pueden ser útiles para la consecución de sus fines políticos. Vargas, hablando de sí mismo dijo en una oportunidad que no era oportunista, pero aprovechaba las oportunidades: "si veo un caballo ensillado que pasa frente a mí, lo monto y me lo llevo". En otra ocasión, comentando su carácter persuasivo, señaló: "Yo no tengo enemigos y si los tuviera no los considero tan enemigos como para no poder convertirlos en amigos."12
La clase obrera, que desde las primeras décadas del siglo veinte comenzó a tener su presencia en el escenario histórico brasileño, venía ampliándose después del aumento del trabajo libre como producto de la abolición de la esclavitud en 1888. De esta manera la transformación del artesanato en manufactura y éste a industria, acompañado del proceso de proletarización de los artesanos, convertidos en trabajadores asalariados, se venía intensificando a finales del siglo XIX.
El crecimiento de los sectores obreros continuó con el fenómeno de urbanización en la región Sur del país y por el proceso migratorio surgido con la producción del café. Este último movimiento, altamente incrementado durante las primeras décadas del siglo XX, permitió la llegada al Brasil de 2 millones de inmigrantes. Este movimiento demográfico es acompañado por el incremento de las migraciones internas procedentes de la Región del Nordeste hacia los nuevos centros generadores de empleos localizados en el Sur, principalmente en São Paulo. Entre 1920 y 1940, el proletariado industrial creció de 275.512 a 781.185, para alcanzar en 1950 la cifra de 2.256.807.13 Mientras se crearon 939 sindicatos y se encontraban sindicalizados 797.691 trabajadores en 1946.14
En la era de Vargas el aumento de la población trabajadora presiona fuertemente para tener acceso a los empleos urbanos. Igualmente, estimula la ampliación de las posibilidades de consumo y demuestra una clara orientación por la participación política para, a través de esta vía, ampliar sus derechos de ciudadanía. Una de las primeras medidas tomadas por Vargas después de 1930 fue la creación del Ministerio del Trabajo, Industria y Comercio (MTIC), llamado el "Ministerio de la Revolución". Para ocupar el cargo, el Presidente designa a su coterráneo, el farmacéutico Lindolfo Collor, quien desde el cargo proyecta a escala nacional algunas modalidades organizativas propias de Río Grande do Sul.
La situación indefinida de Vargas como Presidente provisional se ve sacudida por la Revolución paulista de 1932, y para superar las fracturas políticas y tratar de conciliar nuevamente al país, se convocan elecciones para formar una Asamblea Nacional Constituyente. El cuerpo deliberante tenía como finalidad darle piso jurídico a la Revolución del 30, lo que se consigue con la aprobación de la Constitución de 1934, dando inicio formal a la Segunda República. La nueva carta magna era de orientación democrática y consideraba la alternabilidad gubernamental cada cuatro años. Vargas demuestra una vez más su habilidad política, y es designado por el Congreso para cubrir la presidencia hasta 1938.
Sin embargo, en los dos años siguientes se produce el colapso de las aspiraciones democráticas consagradas en la Constitución. Por parte de la izquierda, se menosprecia la fórmula democrática y se busca una salida revolucionaria. La conspiración alcanza su momento más significativo con la intentona comunista de 1935. Luiz Carlos Prestes había regresado de manera clandestina al país, procedente de Moscú, en donde se había planeado y conseguido el financiamiento para la insurrección. Prestes contaba con el apoyo del movimiento comunista internacional y traía de Rusia, como guardaespaldas, a Olga Benário, una inteligente y aguerrida militante alemana judía, designada por el Kremlin.15
Con propósitos subversivos, el partido comunista crea "La Alianza de Liberación" para infiltrar el movimiento sindical e instigar la rebelión popular. Sin embargo, los principales contactos de Prestes los realiza con sectores del ejército y decide intentar con ellos un golpe de Estado contra Vargas. El levantamiento es develado, y los sectores comprometidos abren operaciones en la Escuela Militar de "Praía Vermelha" en Río de Janeiro, y los complotados establecen conexiones en las ciudades del Nordeste de Recife y Fortaleza. El golpe fracasa y le permite al gobierno decretar una Ley de Seguridad Nacional y hacer grandes redadas, encarcelando y desarticulando el "peligro comunista". Entre los detenidos se encuentran Prestes y Olga Benário, quien se había hecho su esposa en los tiempos de clandestinidad. Olga es entregada por el gobierno de Vargas a la SS alemana y termina muriendo en un campo de concentración.16
La intervención de los sindicatos le permite a Vargas emprender un amplio plan de reorganización del movimiento obrero, conocido como la "cuadratura sindical". Los sindicatos empiezan a ser organizados desde la cúpula del Ministerio del Trabajo siguiendo una estructura vertical, en la cual los diferentes gremio, como por ejemplo transporte, banqueros, maestros, etc., no podían tener la posibilidad de entenderse o comunicarse entre unos y otros. Por otra parte, los fondos económicos, productos de los ingresos del pago de un día de salario de los trabajadores y la justicia sindical integrada por un tribunal  laboral se encontraban también controlados desde el Ministerio del Trabajo. Adicionalmente, surge una nueva figura en la estructura organizativa del sindicato: "el pelego". Éste era un dirigente designado de una manera "disfrazada", por el Ministerio del Trabajo, para dirigir los sindicatos y era escogido, por el Ministerio, de una terna previamente presentada por el sindicato.17
A partir de ese momento, empleando la cuadratura sindical, el Estado varguista mantiene un papel fundamentalmente de desorganización política de la clase obrera, reprimiendo duramente la vanguardia inicialmente integrada por anarquistas y sus organizaciones partidarias como la Alianza Liberadora, y al mismo tiempo busca, apoyándose en los obreros, establecen con el conjunto de las clases medias y burguesía industrial, un nuevo tipo de relación. Este nuevo tipo de relación la coordina el estado de compromiso que Vargas dirige.
Por parte de la derecha, los efectos del totalitarismo europeo influyen en sectores conservadores que creen oportuno organizarse ante el temor al comunismo. Un profesor de historia brasileño, Plinio Salgado, quien estudió en Italia, después de regresar a São Paulo crea el movimiento "Acción Integralista Brasilera" de las camisas verdes. Estos grupos fascistas participan de manera activa y pugnaz contra los sectores de izquierda y durante una corta temporada "coquetean" con el gobierno de Vargas, en el cual tienen fichas infiltradas; pero en 1937, ante la indiferencia de Vargas para incorporarlos al gobierno del Estado Novo, asumen la vía insurreccional, asaltando el Palacio Presidencial. Vargas resiste, ante la tentativa de un `putsch', con su hija y pocos ayudantes, la incursión armada hasta que llega el ejército y controla la situación.18
A partir de entonces, Vargas queda en el centro de la política nacional después de liberarse de los tenientes, los comunistas y los integralistas, y puede estrechar sus vínculos con el ejército. Así, prácticamente sólo y sin contendores que le puedan estorbar el libre tránsito del camino que se le abre, Vargas no encuentra dificultades en escalar hacia el autoritarismo.
EL ESTADO NOVO, UNA VERSIÓN TROPICAL DEL TOTALITARISMO
El 10 de noviembre de 1937, Vargas, a través de la radio en su program, "La Hora del Brasil", se dirige al país para anunciarle la existencia de un complot comunista, el supuesto "Plan Cohen". El mismo había sido previamente "montado" por el Alto Mando Militar para justificar el autogolpe de Vargas. Con este argumento, el gobernante entierra la Constitución democrática de 1934, e implanta otra de tipo autoritario, redactada por el constitucionalista conservador, Francisco Campos. La misma, la Constitución de 1937, es conocida como la "polaca", por su espíritu corporativista y fascista.19
El Estado Novo varguista, que se extiende hasta el final de la Guerra Mundial en 1945, es uno de los períodos más controversiales y a la vez más atractivos de la evolución histórica contemporánea de Brasil. Los historiadores destacan la influencia, entre otras, de Franco, en España, y/o el Estado Novo de Salazar, en Portugal.20 En cuanto a la estructura y modelo del nuevo régimen, sobresalen el surgimiento del alto grado de fortalecimiento del Estado, centralizado mediante métodos dictatoriales y corporativos, el culto a la personalidad del "jefe", Getúlio Vargas, y el empleo de un amplio sistema de propaganda controlado por el gobierno. En cuanto a sus realizaciones, los estudiosos del período reconocen el despegue de la industrialización brasileña, (el "take off"), mediante el empleo y convergencia institucional de los recursos del Estado a tal fin. De esta manera, se intenta la formación de una nueva burocracia estatal y se implementa una política exterior tendiente a favorecer la industrialización.
Al principio Vargas adopta una política exterior ambigua, tratando de sacar ventajas, jugando con las potencias involucradas en el desencadenamiento de la guerra, concretamente entre Estados Unidos y Alemania. Luego, atendiendo a la practicidad de los hechos y ponderando los intereses del país, se decide por estrechar una alianza estratégica con los Estados Unidos. Esto le permite a la potencia del Norte establecer bases militares en la región del Nordeste, en la isla Fernando de Noronha y la base aérea de Pornamirim, la cual se convirtió en el núcleo de transporte aéreo y vigilancia de los Aliados en el Atlántico Sur y, en 1943, fue considerado el aeropuerto más activo del mundo.21 En contrapartida, Vargas consiguió de Estados Unidos la presencia de la prestigiosa "The Cook Comisión", integrada por destacados economistas de las mejores universidades norteamericanas y ampliada con economistas brasileños. La Comisión recorrió el país entre 1942 y 1943 y elaboró un serio estudio de factibilidad del desarrollo industrial del país. Posteriormente, se construyó la importante siderúrgica de Volta Redonda, cerca de Río de Janeiro. La misma se convierte en la base inicial de sustentación del desarrollo de la industria pesada brasileña.
En este tiempo, de vigencia del Estado Novo, Vargas logra establecer una separación entre la política externa y la interna aplicada en Brasil. Mientras mantiene dentro del país un régimen autoritario y restrictivo de las libertades públicas, en el exterior apoya de manera decidida la causa democrática en lucha frontal contra el totalitarismo.22 En 1944, forzado por la agresión de las fuerzas alemanas de Hitler, que hunden varios barcos brasileños, causando la muerte de centenares de sus connacionales, organiza una Fuerza Expedicionaria Brasileña (FBE) compuesta por 25 mil hombres y entra en la Guerra Mundial. El 16 de julio de 1944, el cuerpo expedicionario llega al puerto de Nápoles y de allí se dirige hacia el norte de Italia, donde entra en combate en la célebre toma de Monte Casino. La participación militar brasileña ha sido elogiada por los aliados y por los historiadores de la contienda y le confiere a Brasil reconocimientos internacionales todavía vigentes.23
Al terminar la Guerra, la situación se le complica a Vargas al no poder mantener una posición dual con relación a la democracia. Las primeras manifestaciones, en 1943, expresadas en un manifiesto elaborado por los intelectuales mineros, sigue con la combatividad de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y otros sectores que se suman pidiendo la democratización del Brasil. El gobernante, reconociendo la nueva situación planteada, llama a elecciones y permite la organización de los partidos. Aparecen tres movimientos políticos importantes: el Partido Trabalhista Brasileño (PTB), el Partido Social Democrático (PSD) y la Unión Democrática Nacional (UDN). También, el Partido Comunista (PCB) es legalizado y Carlos Prestes es liberado de la prisión.
Los dos primeros aceptan el liderazgo indiscutible de Vargas, y el último se declara opositor. El PTB se convierte en la maquinaria personal de Vargas, se organiza desde el Ministerio del Trabajo y los "pelegos" se convierten en los dirigentes medios del nuevo partido. El PSD Vargas lo constituye de una manera más amplía, con la burocracia gubernamental, sectores de las capas medias, así como representantes de los sectores conservadores vinculados con la actividad agraria y las áreas rurales. En cuanto a la UDN, se nutre de intelectuales, profesores universitarios críticos del gobierno, y cuadros vinculados con la pequeña burguesía brasileña. Mientras tanto, el presidente intenta conservar el gobierno mediante la formación de grupos "queremistas", subversivamente apoyado por los comunistas, que pedían su permanencia en el poder. Pero finalmente, el 29 de octubre de 1945, el Alto Mando Militar le obliga a separarse del cargo.
Vargas es forzado a dejar la presidencia, pero se las ingenia para participar en las elecciones del 2 de diciembre de 1945. Se postula para el Congreso, apoyado por sus dos partidos, el PTB Y PSD, buscando la representación de senador por los Estados de São Paulo y Río Grande do Sul y gana en ambos Estados con amplio margen. Opta por quedarse como representante de su Estado natal y de manera estratégica se aleja de la actividad política, viviendo en su estancia en San Borjas. Desde allí, sigue con cautela los acontecimientos políticos nacionales, y muy ocasionalmente se dirige al Congreso en Río de Janeiro, donde en largos discursos fija su posición crítica.
REGRESO A LA PRESIDENCIA EN "LOS HOMBROS DEL PUEBLO"
En 1950, las condiciones de Brasil habían cambiado sustancialmente con respecto a las existentes al final de Guerra. La población había aumentado y se acercaba a los 45 millones de habitantes, la capital de la República, Río de Janeiro, pasaba del millón de habitantes, y São Paulo, la más industrializada, tenía más de dos millones de habitantes, (según el censo tenía 2.227.512). Además, otras grandes ciudades del inmenso país, crecían a un ritmo más acentuado que el de sus Estados o regiones. Las élites brasileñas que esperaban con entusiasmo la continuación de la ayuda masiva de parte de los Estados
Unidos para seguir con el proceso de industrialización fuertemente impulsado durante la guerra, quedaron frustradas cuando la potencia del Norte decide apoyar la recuperación europea mediante la aplicación del Plan Marshall y dejar de lado las aspiraciones de los sectores progresistas del Brasil. En el gobierno del General Eurico Gaspar Dutra (1946-1951), la frustración de los emprendedores económicos nacionales se sumó al desaliento de grandes sectores de las clases medias y populares, que vieron limitadas sus aspiraciones de mejoramiento por las políticas conservadoras y antipopulares del gobierno. El Partido Comunista de Brasil (PCB) fue proscrito en mayo de 1947, gran número de sindicatos clausurados, y los efectos de la inflación castigaron por igual a amplios sectores de la población.
Vargas, al ganar las elecciones y tomar el gobierno una vez más, intenta establecer una conciliación nacional, y en tal sentido escoge un gabinete de amplitud. Sin embargo, la dinámica nacional determina dos tendencias contradictorias en el propio seno del gobierno: una encabezado por el Ministro de Hacienda, Oswaldo Aranha, que sostiene una política antinflacionaria mediante la congelación de los salarios, así como del gasto público, y la del Ministro del Trabajo, Joao Goulart, determinado por el aumento salarial de los trabajadores. Vargas se debate entre estas dos tendencias, pero la posición de Aranha progresivamente es apoyada por los sectores más conservadores agrupados en el partido Unión Democrática Nacional (UDN).24
Este partido apoya y gana las elecciones con el periodista Carlos Lacerda para gobernador del Estado de Guanabara. Lacerda empezó siendo miembro del Partido Comunista y participó en la insurrección de 1935, pero posteriormente se convirtió en un furibundo anticomunista y declarado enemigo de Vargas. Como gobernador, Lacerda tenía su sede en el Palacio de Laranjeira, en Río de Janeiro; mientras Vargas se encontraba en el Palacio do Catete en la misma ciudad. El gobernador opositor era dueño del influyente periódico "Tribuna Popular", desde donde se escribían de manera sistemática encendidos editoriales contra el Presidente de la República; Lacerda tenía también un programa por la televisión en horas del medio día, con una amplia audiencia. Como veremos posteriormente, alrededor de esta figura se precipitó la crisis final de Vargas.
Los sectores conservadores empezaron a alarmarse cuando Vargas comenzó a asumir posiciones nacionalistas, e iniciaron una campaña, para contrarrestar la consigna gubernamental: "el petróleo es nuestro", y posteriormente, el decreto de la nacionalización del producto, mediante la creación en 1953 de la compañía estatal Petrobras. Igualmente, Vargas pretendía proyectar una amplia política de nacionalizaciones de las empresas básicas, estatizando la economía. Ante esta posición, se abrió un álgido debate nacional entre los "nacionalistas" y los "entreguistas", quienes sostenían que Brasil no tenía ni el capital ni la tecnología suficientes para sostener una economía de proyección industrial de gran envergadura. El debate salió  de la esfera civil para convertirse en un problema interno de disciplina militar.
El ejército brasileño tenía una vieja prédica anticomunista, iniciada en la década de 1920 con los movimientos de "indisciplina", protagonizados por los tenientes, la Columna Prestes y la insurrección comunista de 1935.
En la década de 1950, la incidencia de la Guerra Fría empezaba a distorsionar nuevamente la separación entre la política interna y la externa del país, convirtiendo la amenaza comunista internacional en asunto de política doméstica. Por una parte, los efectos de la Guerra de Corea inciden considerablemente, después del termino del conflicto en 1950, en la caída de los precios de las materias primas, pero también merece destacarse la perniciosa política de la Administración Republicana del Presidente Dwight Einsenhower y del Secretario de Estado Norteamericano, Jhon Foster Dulles, quienes sepultaron la Política del "Buen Vecino" vigente por el Presidente Franklin Delano Roosevelt en tiempos de la Segunda Guerra y le dieron campo libre a las multinacionales para hacer "buenos negocios" en América Latina. En el caso de Brasil, estos intereses golpean su economía, manipulando hacia la baja los precios del café, principal producto de exportación. Esto creaba, naturalmente, gran irritación en los sectores nacionalistas. Por otra parte, la inestabilidad de Vargas al tratar de conciliar en medio de aguas embravecidas, complicaba las cosas, y contribuía con la radicalización de posiciones dentro del movimiento populista.
Vargas, después de vacilar por varios meses, opta por aceptar la fórmula de Aranha, y despide del Ministerio del Trabajo a Goulart, para entonces el más fuerte candidato a sucederlo en la dirección del PTB, y al mismo tiempo, odiado por los empresarios al decretar un aumento general de salarios de 100%. Sin embargo, Vargas con esta maniobra política no logra despejar las dudas de sus adversarios y, por el contrario, las aumenta cuando en la concentración del Primero de Mayo de 1954 le dice a la concentración obrera: "Ustedes están hoy con el gobierno pero muy pronto estarán en el gobierno", creando la sensación que se orientaba hacia la formación de una República sindicalista, como ocurría en Argentina.
Las relaciones con Juan Domingo Perón eran otro asunto conflictivo, en el cual se complicaba la política interna y la externa, desestabilizando al Gobierno de Vargas. La prensa brasileña denunció serios indicios con relación a la ayuda económica de Perón para financiar la campaña electoral de Vargas en 1950 y especulando sobre la existencia de un pacto secreto entre los dos gobernantes para reactivar el Acuerdo entre Argentina, Brasil y Chile (el ABC), propuesto inicialmente por el Canciller Río Branco en 1910. El Acuerdo tenía como finalidad defender las economías de sendos países, formando un bloque sudamericano para contrarrestar la alta influencia de los Estados Unidos en la región. También, los adversarios de Vargas acusaban al gobernante de seguir los pasos del gobernante argentino.25
El corolario de la crisis se inicia el 5 de agosto de 1954, cuando se produce el grave incidente de la calle Toledo en Río de Janeiro. Pistoleros contratados por Gregorio Fortunato, el más antiguo y fiel de los guardaespaldas del Presidente Vargas, realizan un atentado contra el Gobernador Carlos Lacerda, quien regresaba a su casa procedente de su programa de televisión. En el atentado Lacerda queda herido en una pierna, pero muere su acompañante el mayor de la aviación, Rubén Vaz.26 La grave imprudencia de Gregorio fue el argumento que necesitaban los sectores militares para actuar e iniciar el impulso final para sacar a Vargas del poder.27 Después de tensas negociaciones, el presidente terminó por pedir una licencia del cargo por 90 días. Sin embargo, la situación se complicó por cuanto el Ministro del Ejército, general Zenóbio da Costa, y un número de 27 generales de todas las tendencias, entre los que se encontraban los generales Pereira da Costa, Juárez Tavora y Couto e Silva, autor posterior del controversial libro sobre "Geopolítica del Brasil", deciden romper con todo tipo de negociación con el Presidente. Vargas, exhausto y envejecido, con más de 70 años de edad, se despide de sus colaboradores más cercanos y a las 4:30 de la madrugada habla por última vez con sus familiares y antes de dirigirse a su aposento entrega tres copias de una sentida carta explicativa a su hija, Alzira, a un ayudante y a su delfín João Goulart. Inmediatamente después, en su aposento, se escucha una detonación, Vargas se había disparado en el corazón.
Al día siguiente, el documento, uno de los textos más notables del populismo y del nacionalismo brasileño, sería conocido como la "Carta testamento" y fue leída con voz trémula por su sucesor político, João Goulart, por la Radio Nacional del Brasil, transmitiendo en cadena nacional a las 8:30 a.m. Su contenido es el siguiente:
Una vez más las fuerzas y los intereses contrarios al pueblo se han unido y se han desencadenado sobre mí. No me acusan; me insultan, no me combaten, me calumnian, y no me conceden el derecho de defenderme. Necesitan ahogar mi voz, mi acción, para que no siga defendiendo, como siempre he defendido, al pueblo brasileño y principalmente a los humildes. Sigo el destino que me ha sido impuesto. Después de décadas de dominio y explotación de los grupos económicos y financieros internacionales, me erigí en jefe de una revolución y vencí. Inicié la tarea de liberación e instauré el régimen de libertad social. Tuve que renunciar. Puse el gobierno en manos del pueblo. Una campaña subterránea de los grupos internacionales se alió a grupos nacionales rebelados contra el régimen de garantías del trabajo. La ley sobre beneficios excesivos fue rechazada por el Congreso. Contra la justeza de la revisión de salarios mínimo se desencadenaron los odios. Quise crear una libertad nacional potenciando nuestras riquezas a través de Petrobrás, y apenas esta comenzó a funcionar aumentó la ola de agitaciones. Electrobras fue obstaculizada hasta la desesperación. No quieren que el trabajador sea libre. No quieren que el pueblo sea independiente.
Asumí el gobierno cuando la espiral inflacionaria destruía los frutos del trabajo. Los beneficios de las empresas extranjeras alcanzaban hasta el 500% anual. En las declaraciones de valores de lo que importábamos existían fraudes comprobados de más de 100 millones de dólares al año. Llegó la crisis del café y nuestro principal producto se devaluó. Intentamos defender su precio y la respuesta fue una violenta presión sobre nuestra economía hasta que se nos obligó a ceder.
He luchado mes tras mes, día tras día, hora tras hora, resistiéndome a una presión constante, incesante, soportándolo todo en silencio, olvidándolo todo, renunciando a mí mismo para defender al pueblo, que ahora queda desamparado. Nada más os puedo dar, a no ser mi sangre. Si las aves de rapiña quieren la sangre de alguien, quieren continuar desangrando al pueblo brasileño, yo ofrezco mi vida en holocausto. Elijo este camino para quedarme siempre con vosotros. Cuando os humillen, sentiréis mi alma sufriendo a vuestro lado. Cuando el hambre llamare a vuestra puerta, sentiréis en vuestro pecho la energía para luchar por vosotros y por vuestros hijos. Cuando os vilipendiaren, sentiréis en el pensamiento la fuerza para reaccionar. Mi sacrificio os mantendrá unidos y mi nombre será vuestra bandera de combate. Cada gota de mi sangre será una llama inmortal en vuestras conciencias y mantendrá una vibración sagrada para la resistencia. Al odio respondo con el perdón. Y a quienes piensan que me han derrotado les respondo con mi victoria. Era esclavo del pueblo y hoy me libero para la vida eterna. Pero este pueblo del que he sido esclavo ya jamás será esclavo de nadie. Mi sacrificio pertenecerá para siembre en su alma, y mi sangre será el precio de su rescate.
Luché contra la explotación de Brasil. Luché contra la expoliación del pueblo. He luchado a pecho descubierto. Al odio, las infamias, las calumnias, no abatirán mi ánimo. Os he dado mi vida. Ahora os ofrezco mi muerte. Nada recibo. Serenamente doy el primer paso por el camino de la eternidad y salgo de la vida para entrar en la historia.
Fuente: El Nacional, Caracas 25 de agosto de 1954, sección internacional.
Evidentemente, con un acto tan teatral, Vargas servía a sus ideales y convertía su derrota en una victoria futura sobre sus enemigos.28 A partir de ese momento, se revierte el espíritu anti _ Vargas, y surgen con violencia las fuerzas ocultas movidas por el sentimiento emotivo del pueblo. El mismo día, la ciudad capital de Río de Janeiro tiene que ser patrullada por más de 12 mil hombres fuertemente armados. La sección internacional del periódico "El Nacional" de Caracas, Venezuela, en la cual se había recogido la información de los corresponsales internacionales, comenta los ataques populares contra la Embajada de los Estados Unidos, el Ministerio de Aviación, los periódicos "O Globo" y "Tribuna Popular", de Carlos Lacerda, además de la sede del partido UDN. Así, la fuerza popular del `getulismo' en la política brasileña frenó e hizo retroceder el golpe de estado de los militares, contra el populismo, por una década, hasta 1964.
LA ERA DE VARGAS EN LA BIBLIOGRAFÍA
La bibliografía de la era de Getúlio Vargas es bastante extensa y muy variada en cuanto a su contenido. En el plano biográfico pueden destacarse diversos trabajos importantes, empezando por el diario personal llevado por Vargas y descubierto en 1990, publicado como Diario Personal, por la Fundación Getúlio Vargas de Río de Janeiro en 1995. Además se pueden señalar las obras de Helio Silva, Um tiro no coracão, publicado por la editorial Civilizaçao Brasiliense; el historiador norteamericano y paradójicamente hijo del Secretario de Estado en 1950, John W. Foster Dulles: Getúlio Vargas Biografía Política, publicado por editorial Renas; los tres tomos del historiador y comunicador social Affonso Henriques titulado Ascensão y Queda de Getúlio Vargas, publicado en São Paulo por la Distribuidora Record y el libro de su hija Alzira Vargas, Getúlio Vargas, Meu pai publicado por la Editorial Globo.
Entre las diferentes tendencias bibliográficas se encuentra la que aborda el período desde una perspectiva de economista, como se presenta en la obra de John D. Wirth, A Política do desenvolvimiento na Era Vargas, publicado por la editora de la Fundación Getúlio Vargas. También, en esta línea de pensamiento los autores resaltan la aspiración de Vargas de implementar un modelo de capitalismo nacional auto sostenido con los ingentes recursos disponibles del inmenso territorio brasileño, como lo resalta José Augusto Ribeiro en A Era Vargas, publicado por la Casa Jorge Editorial. Igualmente, un número importante de autores se refiere a la tesis del subdesarrollo y las particularidades de la evolución socio económica del Brasil en éste período como lo muestra la investigación de Boris Fausto sobre A Revolucao de 1930 de la Editorial Companhia das Letras. La segunda tendencia bibliográfica importante hace mayor énfasis en los aspectos político institucionales, resaltando el surgimiento, a partir de 1930, de un populismo plebiscitario que alteró los mecanismos de poder en Brasil del Estado preexistente de corte patrimonialista, como destaca el trabajo de Octavio Ianni O colapso do populismo en Brasil, publicado por la Editorial Civilizaçao  Brasileira. También la formación de una fuerte polarización del país en dos tendencias opuestas: el "getulismo" y el "antigetulismo", que en la década de 1950 prácticamente fracturaba la sociedad brasileña en dos como lo señala el trabajo de varios autores entre ellos Adilsora de Oliveira, Vargas e a crisis dos anos 50, de Jorge Zahar Editor. La tercera tendencia significativa reúne a los autores que hacen mayor énfasis en el resquebrajamiento de las oligarquías y el surgimiento de la presión creciente de las masas y su transformación en un nuevo actor del proceso histórico, creando un nuevo mercado político participativo: Ángela María de Castro Gomes, A invenção do trabalhismo, de la Editora Retuma - Dumari y Leoncio Martins, Partido e Sindicalismo de Editorial Atica. Esta corriente bibliográfica hace hincapié, igualmente, en el fortalecimiento del estado centralista, creado especialmente durante el período del Estado Novo: María Celina D' Arauyu. O Estado Novo, de Zahar Editor, 2005.
EL LEGADO DE VARGAS EN EL PRESENTE
Después de más de medio siglo de la desaparición de Vargas, se puede reconocer que ciertamente salió "de la vida para entrar en la historia," no sólo del Brasil, en donde se le considera como uno de las figuras políticas más influyentes del período contemporáneo, sino también de América Latina y más concretamente, de América del Sur, en su actual proceso de unificación política. En este Continente, Brasil se presenta hoy como el
marco de referencia necesario y gran centro de articulación de la integración de la región, logrando en la actualidad revertir la tendencia histórica de rivalidades y antagonismos dominantes desde los tiempos coloniales, cuando las apetencias geopolíticas enfrentaban los reinos de España y Portugal. Vargas en 1950, con visión de futuro, previó la alianza con Argentina y la formación de un bloque sudamericano para la defensa de sus economías. También fue considerado en vida "el padre de los obreros," y hoy por primera vez en su país, el presidente de la República es un obrero, Luiz Ignacio Lula Da Silva. Aunque, sin embargo, el actual presidente no puede ser considerado como uno de los gobernantes populistas que sucedieron a Vargas después de 1954, por cuanto el ciclo concluyó de manera drástica en 1964, cuando se produce un golpe de estado militar. A finales de la dictadura militar, en 1983, aparece Lula como dirigente sindical de los metalúrgicos, capitalizando, en junio, la primera gran huelga general del Brasil producida después del golpe militar de 1964 y en agosto, el Congreso de los trabajadoras que constituye la Central de los Trabajadores (CUT), en combate frontal contra el sistema represivo. El nuevo liderazgo marca también el surgimiento de un nuevo tipo de sindicalismo contrario al populismo tradicional de la época de Vargas.
Posteriormente, en 1989, los dirigentes sindicales acompañados por prominentes intelectuales brasileños fundan el Partido de los Trabajadores (PT), que en el 2002 logra ganar las elecciones y colocar a Lula en la Presidencia de la República; sin embargo, el gobierno de Lula atraviesa en la actualidad, en el 2005, por un serio proceso de desestabilización política, pero a diferencia de lo ocurrido en 1954 cuando Vargas se encontraba impotente para enfrentar la crisis, hoy Lula puede capear la situación apelando a la estabilidad y al crecimiento económico.29 En este último medio siglo se ha operado un tremendo crecimiento industrial en Brasil, que lo coloca entre las ocho grandes economías industriales del mundo. Así, creo oportuno terminar con una de las celebres frases de Vargas en la que afirmaba: "a nadie le permitimos que dude de la grandeza futura del Brasil".
NOTAS
1 Es interesante establecer las semejanzas con la Historia de Venezuela, en el sentido de que los andinos (excluidos del poder) llegaron a Caracas a finales del siglo XIX con la revolución Restauradora, dirigida por Cipriano Castro. En este caso son los gauchos también excluidos que llegan triunfantes a la capital de la República, Río de Janeiro, y amarran sus caballos en las plazas públicas.
2 Weffort, citado por Boris Fausto, A revoluçao de 1930. Historiografia e Historia (São Paulo, Compañía das Letras, 1997).
3 Según el historiador Juan José Arteaga de Zumarán: en el siglo XVII las misiones crecieron y desarrollaron ocupando entre pueblos y estancias en territorio de más de 100.000 km2. Los siete pueblos orientales fueron entregados a Portugal por el Tratado de la permuta de 1750. Estos territorios eran los mejores de todas las Misiones en la extensión y profundidad de la tierra, tenían estancias muy capaces para criar vacas, caballos, mulas y todo género de ganado mayor y menor. "Las misiones jesuitas en el contexto económico de la región" en Los caminos del MERCOSUR. Historia Económica Regional. Etapa Colonial. Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 2004, pp 307-321.
4 Silvio, Helio. "Getúlio Vargas" Historia de América en el Siglo XX. Centro Editor de América Latina, 1971, pp. 141 _161. No 20.
5 Según el historiador Helio Silva, el apellido Vargas se deriva de Río Grande do Sul por el matrimonio de una de las tres hijas de una familia canaria que había entrado al Brasil, desde Uruguay. En Brasil, según la costumbre portuguesa, predomina el apellido de la madre y es el que se hereda. En otras versiones se indica que los Vargas llegaron al Caribe, posiblemente de Cuba y de allí una parte de la familia se trasladó hacia Venezuela y otra hacia Uruguay.
6 Ibídem.
7 Fausto, ibid.
8 Serrano, Jonathas, Historia del Brasil (Río de Janeiro, Imprensa Nacional, 1943), p. 50.
9 Baer, Warner. Industrialization and Economic Development en Brazil (Illinois, Richard Irwin Inc, 1965).
10 Estos grupos armados deambulaban por el inmenso sertón del nordeste y atacaban los poblados y los hacendados, llamados de coroneles y aplicaban su propia justicia quitándole a los ricos hacendados (coroneles) para repartir entre los campesinos. Entre los jefes de bandas destacó el terrible Lampeao, cuya captura se convirtió en un caso de consideración nacional.
11 Getúlio Vargas _ Diario (Editoras Siciliano y FGV) p. 137.
12 Vargas, Alzira. Getúlio Vargas Meu Pai. Ed. Globo.
13 Datos de censos suministrados por Azis Simao en su libro Sindicato e Estado (Dominisus Editors, Brasil, 1966).
14 Mattos, Marceo Badaró. O sindicalismo brasileiro após 1930, R. J., Jorge Zahar Editor, 2003, p. 27.
15 Olga nació en Munich, Alemania, el 12 de febrero de 1908. Era hija de Leo Benário y Eugenie Gutmann Benário, una familia típica de clase media de Baviera. Su padre era un abogado respetado y miembro del Partido Social Demócrata Alemán.
16 Amado, Jorge. Los túneles de la libertad. Ed, Futuro.
17 Etimológicamente, según el Novo Dicionario Aurelio, de Brasil, el "pelego" es el término dado a la piel del carnero.
18 Skidmore, Thomas. De Vargas a Castello. Paz e Terra.
19 Celina D' Araujo, María. O Estado Novo. Ed. Jorge Zahar. Sin embargo, para Walter Costa Porto, el duro apodo de "polaca" era la denominación dada en Río de Janeiro a todas las prostitutas venidas del extranjero (Costa Porto, "A Constituçao de 1937" en As Constitucoes brasileira, Ed. Brasiliense, 1993, p. 50).
20 En estos casos los autores destacan la influencia del pensamiento conservador de la Iglesia católica y su influencia en la organización de sistemas corporativos para sustituir la lucha de clases. También, se hace referencia a la tradición histórica de carácter autoritaria presente en las sociedades ibéricas.
21 Según el historiador brasileño Francisco Césae Feraz, en este aeropuerto se operaban hasta 800 vuelos diarios. En. Os brasileiros e a Segunda Guerra Mundial. Río de Janeiro, Jorge Zahar editor, 2005, p. 37.
22 Pinheiro, Leticia. Política externa brasileira. Ed. Jorge Zahar.
23 César Ferraz, Francisco. Os brasileros e a Segunda Guerra Mundial. Ed. Zahar.
24 Skidmore. Politics in Brazil. Oxford University Press.
25 Almeida, Hamilton. Sob os Olhos de Perón. Ed. Record, 2005.
26 Sobre estos impactantes eventos vimos la serie de TV Globo, Agosto 1954.
27 Dulles, John. Getúlio Vargas: biografía política. Ed. Remes.
28 Carone, Edgar. A Terceira República. Ed. Difel.
29 Revista Veja, Brasil, de junio a noviembre de 2005.
 

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Historia de Brasil - Boris Fausto - Documental

Boris Fausto e a Revolução de 30


Boris Fausto e a Revolução de 30

                A década de 30 é divisora de águas no Brasil. Podemos assistir claramente durante o período a remodelação da economia frente às mudanças econômicas mundo afora e o início da consolidação de uma frente econômica baseada na indústria, que traz consigo a ascenção de um novo grupo social  que viria determinar, futuramente, os rumos econômicos de nosso país. Entender, entretanto, a conjuntura que envolve uma mudança tão significativa não é simples e nem poderia ser, pois deve-se associar a esta mudança uma desconjuntura gradual das forças políticas e o embate historiográfico, que tenta compreender e discutir quais elites ou grupos sociais realmente conseguem exercer algum tipo de influência no Estado.
            Sob este aspecto, o livro de Boris Fausto traz uma nova vertente para a compreensão do período, pois promove uma revisão dos conceitos e uma nova análise dos fatos que se sucederam anteriormente à Revolução de 30 e consequentemente o desenvolver da mesma.

 Uma Nova Análise

                Até meados da década de 70, o modelo historiográfico de compreensão da Revolução de 30 (através da análise da República Velha) baseava-se na tese de um embate de forças  entre a Aristocracia Cafeeira, o setor representante das heranças de um sistema agrário feudal, e a nova Elite Industrial, representantes do capitalismo imperialista que começava a vigorar após a Primeira Guerra Mundial, possuindo sua maior representação no estado de São Paulo. Boris Fausto promove uma revisão de tais modelos, procurando demonstrar que a Historiografia brasileira defendia até a década de 70 uma visão parcial e certamente deturpada dos fatos. Em seu livro, o autor demonstra que a dualidade Latifúndio-burguesia não corresponde exatamente a uma oposição fundamental: assim, o que assistimos é um rearranjo da política nacional sem o privilégio significativo desta ou de outra classe, que pudesse tomar para si o rumo político e econômico do país e comprometesse a influência das demais.
            A partir desse argumento, Fausto também defende que a influência das elites industriais paulistanas era restrita à época, pois estas não possuíam tamanha força e coesão capaz de promover um arranjo revolucionário que visasse desbancar a elite agrária. Muito pelo contrário. Analisemos o que o autor diz a respeito das indústrias na década de 20: “ a indústria se caracteriza nesta época, pela dependência do setor agrário exportador, pela insignificância dos ramos básicos, pela baixa capitalização, pelo grau incipiente de concentração[1].”  Fausto cita ainda que a agricultura exportadora era de muita expressão na economia brasileira anteriormente à Revolução bem como depois, pois mesmo no começo da década de 40 o setor primário de produção ainda era a base de sobrevivência de 65,1% da população. “ Do ponto de vista da estrutura social, se abandonarmos a imensa maioria de pequenos empresários, cujas atividades se assemelhavam muitas vezes às de um simples artesão, o setor que pode ser definido como burguês industrial, constituía uma faixa restrita do ponto de vista numérico mas significativo, capaz de expressar na esfera política, seus interesses específicos, junto aos centros de decisão. Entretanto, seus limites se revelam no alcance das reivindicações: se executarmos as propostas de Serzedelo Correia e Amaro Cavalcanti, que aliás, não podem ser considerados representantes políticos da burguesia industrial, esta não oferece qualquer programa industrialista, como alternativa a um sistema cujo eixo é constituído pelos interesses cafeeiros.[2]
            E os militares nessa história? Ao longo doa anos 20, formou-se uma corrente de caráter mais progressista no Exército brasileiro, formada por jovens oficiais que visavam, num desejo nacionalista, resgatar o país da República Velha e das estruturas oligárquicas. À importância esse movimento, chamado “Tenentismo” , Fausto dará sua contribuição, afirmando que para cumprir seu objetivo tentou várias alianças. Uma delas foi nos anos 20, com a pequena-burguesia da época (especialmente no movimento revolucionário de São Paulo, em 1924), que não vingou, mas trouxe à tona algumas proximidades de interesses entre as classes, como a defesa do voto secreto, das liberdades individuais e o nacionalismo difuso. O correto é o sentido que estas ações tenentistas assumem depois de 30, bem como sua posterior relação com a burguesia.
            Ao mesmo tempo que valoriza o papel dos militares no processo, Fausto desmistifica a representação das classes médias na Revolução. Seu surgimento como setor detentor de poder na classe governamental, em seu alto escalão, é muito posterior a 30. “ No contexto da sociedade Latino Americana, este momento é uma possibilidade histórica definitivamente liquidada.[3]” E em nenhum momento de seus argumentos aparece a evidente intenção de apoio aos revolucionários de 30 por parte da burguesia industrial: o que o autor observa são manifestos que evidenciam o apoio a chapa formada por Júlio Prestes, candidato da chapa governista.
            A Revolução de 30 não se caracterizou pela alteração das relações de produção na esfera econômica, nem mesmo pela substituição imediata de uma classe ou fração de classe na instância política, porque, para Fausto, estas não se alteraram. O colapso da hegemonia da elite cafeeira não conduz ao poder político outra classe ou fração de classe com exclusividade. Neste quadro, a revolução de 30 somente pode ser entendida com um olhar crítico e histórico sobre a década de 20, na qual o desequilíbrio que se revela no inconformismo das novas classes médias e sobretudo nas revoltas tenentistas ficam evidentes.
            O golpe da revolução foi tão forte que até o jogo de forças políticas mudou. Nos anos posteriores à adoção do novo regime, as classes médias não possuíam autonomia frente aos interesses tradicionais em geral e nem a elite cafeeira conseguia se reestruturar politicamente, devido à derrota de 32 em São Paulo e à depressão econômica que se arrastava por vários anos. Aqueles que controlam o governo já não representam de modo direto os grupos sociais que exerciam sua hegemonia sobre alguns setores básicos da economia e sociedade, estabelecendo, desta forma, o que Fausto declara como um Estado de Compromisso. Este é especificado da melhor forma possível pela idéia anteriormente citada, em que a ausência de predomínio entre uma classe e outra gera uma situação em que o Estado se torna o intermediador destas. A margem do compromisso básico fica a classe operária, pois o estabelecimento de novas relações com a classe não significa qualquer concessão política apreciável[4].
            Como um todo, Boris Fausto demonstra que a Revolução de 30 foi o ápice da decadência e fim da hegemonia cafeeira, mas sem a sua substituição por uma suposta classe média ou industrial. O que fica claro é que o fim da elite agrária possui seus enlaces na própria forma de inserção do Brasil no sistema capitalista internacional[5]. O que se observa é uma complementaridade entre os dois setores, mesmo que com suas respectivas diferenças. Com o vazio que se abre no poder, devido à falta de coesão das classes médias, sua baixa representatividade e aliado à decadência da hegemonia cafeeira, o que se observa é a fundamentação deste Estado de Compromisso. Como encerra o autor, A mudança das relações entre o poder estatal e a classe operária é a condição do populismo; a perda do comando político pelo centro dominante, associada à nova forma de Estado, possibilita, a longo prazo, o desenvolvimento industrial, no marco do compromisso como sustentáculo de um Estado que ganha a maior autonomia, em relação ao conjunto da sociedade.

            Trata-se de uma obra que mudou a forma de ver as transformações políticas surgidas no Brasil dos anos 30, e que nunca perde sua atualidade exatamente por propor um modelo de interpretação diferente sobre tal fenômeno complexo. É em A Revolução de 1930 que o peso dos diversos setores sociais será medido pela primeira vez na formação de um novo sistema de governo, originando um Estado que, diferentemente da República Velha, vai buscar sua legitimidade nas classe médias e populares ainda em formação, e não nas oligárquicas. E esta é a grande descoberta de Boris Fausto em seu pequeno mas importante livro para o entendimento do Brasil contemporâneo e suas estruturas.


[1] Fausto, Boris. A Revolução de 30. São Paulo: Brasiliense, 13ª reimpressão, 1995. Pág. 19.
[2] Idem. Pág. 23.
[3]  Idem. Pág. 85.
[4] Idem. Pág. 104.
[5] Idem. Pág. 112.

Vargas y la herencia populista


Vargas y la Herencia Populista
 
   Por ARMANDO BOITO JR. 
Professor Titular de Ciência Política da Unicamp
Autor do livro O golpe de 1954: a burguesia contra o populismo. São Paulo,
 Editora Brasiliense, 1982, Coleção Tudo é história

Vargas se suicidó hace medio siglo, pero el populismo, una versión agravada, aún está vivo entre nosotros.
No confundamos las palabras. Muchos observadores políticos utilizan el término como sinónimo de demagogia populista, otros lo utilizan al pensar en el concepto weberiano de liderazgo carismático y hay personas que cuando hablan de populismo está pensando consagrado en la traducción, sin embargo problemática, por el término narodnichestvo, que es el nombre el movimiento campesino y la clase media mediante la restauración de la comuna de la tierra que existía en la Rusia zarista. Estamos utilizando el populismo palabra para describir otro concepto.
El concepto de populismo se utiliza en absoluto un fenómeno político e ideológico, presente con mayor fuerza en la periferia del sistema capitalista, que se caracteriza por la expectativa de los sectores menos populares organizadas por una acción salvífica del Estado capitalista. Trabajadores bajo el impacto del populismo tiende a mantenerse organizados, o cuando se organizan, restringido a la organización y la lucha de lo meramente reivindicativo, dejando, en todo caso, la iniciativa política en manos del Estado. Este cuerpo es visto por estos trabajadores, gracias a sus instituciones formalmente universalistas, como una fuerza neutral y por encima de la lucha de clases que pueden, para los trabajadores de la iniciativa libre y soberano, los campeones. Lenin, analizando el comportamiento político de la pequeña burguesía, acuñó el término "fetiche del Estado" con un homólogo fenómeno. Diríamos que, a raíz de esta declaración, que el populismo es un fetiche de la guardia estatal.
En los últimos años, se ha producido un nuevo tipo de crítica, conceptual y político, el concepto de populismo. Este concepto no oculta la lucha de los trabajadores? No terminan apoyando el discurso ideológico que presenta Getulio Vargas como el padre de los pobres? O, de nuevo, este concepto no sería euro-centrista, que realiza la función de ocultar la propia organización de trabajo en Brasil?
Al hablar de estos temas, es una referencia crítica a la obra reciente de algunos historiadores de Sao Paulo y Río de Janeiro ([1]). Algunos historiadores y activistas preocupados por rescatar la memoria de la lucha de los trabajadores entendieron que debían abandonar el concepto de populismo. De hecho, para utilizar un concepto tan sólo tendrá que abandonar la perspectiva "levantador de pesas" y reconocer que hay una diferencia cualitativa entre la lucha de venganza y la lucha por el poder político. ¿Cómo se utiliza el concepto de populismo no es incompatible con el fortalecimiento de la lucha (de demandas) de los trabajadores y trabajadores en general. En realidad, hay una dialéctica compleja entre la presión de las demandas en la base y la respuesta política de los gobiernos populistas que, al mantener el agradecimiento iniciativa política dirigida a la desorganización política de las masas, puede devolver el resultado de la presión popular (difusa) como si fuera el resultado de una iniciativa del Estado libre y soberano y los gobiernos, alimentando el mito de la Guardia Estatal. Pero esta dialéctica entre la reivindicación y la iniciativa política no lo hace, contrariamente a lo que los historiadores sugieren que positivamente tratar de recuperar la memoria de varguismo, que puso un signo igual entre populistas y reformistas reformismo socialdemócrata. El PTB de edad o el actual PDT, es decir, la llamada del Trabajo no es la versión brasileña de la democracia social. Se está muy lejos de ese tipo de reformismo laboral. La diferencia entre una organización y otra el movimiento aparece en lo más importante: el resultado de que cada uno recibe. Sólo recuerde para indicar que se quiere decir que Brasil nunca alcanzado un estado de bienestar social. El populismo, dada la dependencia de la política específica que condena a las masas, producido sólo una apariencia de estado de bienestar.
El populismo en el desarrollo
El varguismo era una especie de populismo. Hoy en día, hemos visto antes de que el neo-liberales en Brasil, podemos ver más claramente que éste era un populista progresista. Vargas se basó en la insatisfacción difusa que existía dentro de amplios sectores de trabajadores urbanos de la Revolución de 1930 y jugar a cabo una política de industrialización capitalista y la modernización de la sociedad brasileña. Esta revuelta difusa (sin programa definido) e inorgánicos (sin organización) acumulada a lo largo de la Antigua República. La revuelta popular fue motivado por la política antipopular económico y social de los grandes y la capital del café de la república excluyente régimen político de los oligarcas - de los derechos civiles precarios derechos políticos distorsionados por un voto de cabestro y la práctica de la pluma, etc. Hay, por otro lado, un marco conjunto de la sociedad y ha obstaculizado la organización política de esta revuelta. El campesinado brasileño se encontraba dispersa y la acción política efímera tomó la forma de levantamientos religiosos. La clase obrera industrial, ahora mínimamente organizada, la hegemonía estaba en el anarco-sindicalista, que limita a una posición obrerista y economicista, como lo fue la política de abstención por un valor doctrinal. En este contexto, los trabajadores urbanos organizados, tienden a expresar su ira ciega e incoherente. El historiador Edgardo Carone registró la frecuencia de las interrupciones de los descansos a lo largo de la historia de la Antigua República. Ahí es cuando la Revolución de 1930 buscó el apoyo en el campo popular.
Los adversarios de Vargas, el populismo fue, en primer lugar, la vieja clase dominante, representada por la capital de un gran café. Durante todo el período abierto por la revolución de 1930 ella se mantuvo firme en la oposición. Ya en 1932, organizado por el PRP, el Frente Unido Paulista, que pondría fin a la guerra civil de 1932. Después de 1945 la gran burguesía tomó la iniciativa de organizar la UDN de edad - Unión Democrática Nacional - el partido con el que organizó varios golpes de estado, incluyendo el 08 1954 golpe de estado que derrocó a Vargas. Esta "oligarquía" se opone a la industrialización capitalista de Brasil. Este proceso requiere la reformulación de la división internacional del trabajo con el fin de dar prioridad a los intereses de la industria y el mercado y participar en la política de tipo de cambio, el crédito y las pérdidas de comercio exterior para el comercio de exportación a muchos grandes y de importación. Otro opositor de los populistas de Vargas fue imperialismo de EE.UU.. Empresas de Estados Unidos quería seguir disfrutando de la situación favorable que se les aseguró por la antigua división internacional del trabajo y, por tanto, estaban en contra de las políticas de la industrialización capitalista en el Brasil. La historia demuestra que, en materia de competencia entre el poder, la política industrial podía confiar más en la inversión de capital del industrial europea con la de la capital de EE.UU.. Un tercer oponente de los populistas de Vargas fue la fracción de la parte superior de la clase media. Este sector estuvo marcado por el elitismo social y engrosaron las filas de la UDN en contra de la ampliación de la participación popular.
Vargas arrostou estos tres rivales y trató de contar, al mismo tiempo, los trabajadores en la zona urbana y la burguesía industrial. Para los primeros, "ofreció" la CLT, que contiene la legislación, por un lado, la legislación laboral que hoy atormenta a los neoliberales, pero por otro lado, la estructura sindical de la empresa estatal burocratizado que el movimiento sindical brasileño temprana. Vargas utilizó esta estructura sindical para mantener el control del estado capitalista en el movimiento sindical y prevenir la unificación de la lucha política de los comunistas en la lucha de los trabajadores en sus reclamaciones. Para la burguesía industrial, siempre y cuando la política de industrialización y disfrutamos de su apoyo un poco indeciso. En momentos de crisis, tenía que tratar de reconciliar a los trabajadores urbanos a la industria con el fin de romper el asedio del imperialismo y la política dominante de edad de la industrialización. En la crisis de 1954, siendo sitiada por las fuerzas enemigas y el control de las vacilaciones de la burguesía industrial, trató de ampliar aún más el apoyo popular a su gobierno. El 1 de mayo de 1954, concedió un ajuste del 100% del salario mínimo, con una tasa acumulada de inflación de sólo el 12% en los doce meses anteriores. Mostraron este aumento con un discurso radicalizado en el que afirmaba que "en virtud de la" trabajadores con el tiempo llegaría al poder - ". Hoy en día, tú estarás conmigo en el poder, mañana serás capaz de" El efecto político fue lo opuesto a la espera de Vargas. La burguesía industrial le abandonó y su gobierno fue derrocado en un golpe de Estado el 24 de agosto de 1954. La reacción popular llegó demasiado tarde y populista como un clásico: el aplastamiento en las principales capitales del país duró tres días y dirigidas a objetivos tales como los periódicos conservadores y casas comerciales e instituciones que se asemejan a los EE.UU..
Como se indicó anteriormente, el gobierno populista, gracias a un amplio apoyo popular y las contradicciones dentro de la burguesía, se puede maniobrar entre las fuerzas en conflicto. Los estudiosos hablan de una crisis de hegemonía y un empate en la principal condición de debilidad como la amplia facultad de apreciación de tales autoridades. El gobierno de Getulio Vargas no representa a los trabajadores, ni representada en el sentido estricto, la burguesía industrial, aunque la fracción de la clase dominante ha sido el principal beneficiario de su póliza. Fue un gobierno controlado directamente por la burocracia estatal brasileña, que apoyó un proyecto de la industrialización capitalista con la creación de un mínimo de derechos laborales y sociales.
Como sabemos, los Vargas de deposición fue un ensayo general para el derrocamiento de Joao Goulart diez años después y que terminó el ciclo de deposición de los gobiernos populistas. ¿Por qué decimos entonces que el populismo está vivo, en una versión agravada, en estos días?
El populismo neoliberal
Ese concepto es el que sirve a la vez la política de desarrollo de los años 1950 y 1960, y para la política establecida por el desarrollismo, es decir, las políticas neoliberales de la década de 1990 y 2000? No tendría ninguna razón por la que los críticos dicen que es el populismo un concepto muy general y, por tanto, carente de utilidad? Es cierto que el concepto de populismo significa que incluso un fenómeno muy general, pero eso no quiere decir que no es un concepto útil. En el Brasil de hoy, el mismo fetiche del Estado protector que Vargas solía jugar en la industrialización y la expansión de los derechos de los derechos de los trabajadores, el mismo fetiche es revivido por el imperialismo y la gran burguesía financiera desindustrializar el país para eliminar derechos adquiridos. El hechizo del populismo se volvió contra los trabajadores embrujadas.
Es cierto que Brasil ha cambiado desde entonces y que el populismo no es la tendencia que había sido tan ampliamente difundida en la sociedad brasileña hace unas décadas. Desde la década de 1970, comenzó a crecer una nueva tendencia en el movimiento obrero y popular brasileña. Esta tendencia se consolidó con la formación del PT y la CUT. Sus características eran y son diferentes de las características del populismo. El trabajo de esta nueva tendencia ya no cree en el poder de los trabajadores a ganar sus reclamaciones en el plan y concebido y organizado - Con base en los sectores de trabajadores y la clase media asalariada con mayor poder de organización sindical y la lucha - metalúrgica, la banca, el petróleo, los funcionarios públicos un partido político para ser el instrumento de gobierno y la elección de la lucha de los trabajadores en sus reclamaciones. Esta nueva tendencia tiene, por tanto, una acción política en sí, sino que la concibe como una mera extensión de la acción sindical. Los trabajadores brasileños se adhirió bien a la forma clásica del reformismo laboral. La CUT y el PT parecía tener el populismo definitivamente de vuelta izquierda. Por otra parte, consciente aspiraba a este objetivo y, a lo largo de su historia de lucha, el nuevo sindicalismo y proclamó que el PT definitivamente enterrar el populismo. Pero eso no es lo que pasó. Hoy en día, la sentencia petismo también hace uso del nuevo populismo de mantener el modelo económico neoliberal.
No tenemos espacio para discutir las razones para el resurgimiento del populismo. Estamos directamente a los hechos. En 1989, Fernando Collor de Mello, llamada la "camisa" para apoyar su lucha contra el "maharajás" y tenía, por supuesto, el éxito electoral. Si las encuestas son correctas intención de voto en las elecciones de 1989, 1994 y 1998, la candidatura de Lula fue derrotado por los votantes que están en la base de la pirámide de la distribución del ingreso - los hogares con ingresos inferiores a cinco salarios mínimos. Los trabajadores pobres y desorganizados votado, sobre todo en los candidatos neoliberales. ¿Qué es esto? La mera demagogia? El liderazgo carismático? Nada de eso. Este es el nuevo populismo, resurge en Brasil y América Latina.
Como hemos dicho, el populismo de Vargas no introduce un estado de bienestar social en Brasil. En cambio, la mayoría de los trabajadores dejar en el banquillo. Durante los años 1930, 1940 y 1950 los trabajadores agrícolas fueron excluidos de los derechos laborales y sociales. En los años 1960 y 1970, cuando los derechos sociales comenzaron a llegar a las cifras en el campo de la sindicalización rural, el trabajador rural y Funrural, el trabajador de campo se estaba convirtiendo en trabajadores urbanos sin contrato y por lo tanto, siguen siendo ningún derecho. Los derechos sociales no se hizo universal en Brasil. Nuestra hipótesis es que se ha acumulado una amplia revuelta en contra de esta exclusión. La izquierda socialista, comunista o PT, por varias razones que en otra ocasión valdría la pena discutir, fracasado en gran medida a organizar la revuelta. Cuando el imperialismo y los sectores más reaccionarios de la burguesía comenzó la ofensiva neoliberal de que la masa no está satisfecho, excluidos de la ciudadanía social e indignados con razón, que era políticamente disponible y se convirtió en la clase de apoyo de la ofensiva. El neoliberal rodeado por la parte trasera izquierda.
Sí, el imperialismo y los sectores más reaccionarios de la burguesía brasileña logró obtener el apoyo, gracias a un complejo mecanismo ideológico y político, junto con los sectores más empobrecidos de la población activa, y esto sin hacer concesiones a los intereses económicos de estos sectores. Por ese apoyo, radicalizó su discurso contra los derechos sociales restringidos, que podrían ser presentados como privilegios, y la expansión de esos derechos en escena con las políticas compensatorias inciertas e inadecuadas basadas en el enfoque. El foco es la respuesta reaccionaria la ciudadanía neoliberal restringido el populismo de desarrollo. Recordemos algunas de las características del populismo brasileño nueva. Collor hablando en cuenta la "maharajás", y prometió acabar con la inflación. Fernando Henrique Cardoso, además del Plan Real, el programa se presentó la solidaridad de la Comunidad y los empleados públicos y jubilados como "vagabundos". Programa Hambre Cero de Lula, y ha comparado, en un discurso en la ciudad de Pelotas, los trabajadores rurales con un profesor de la universidad para presentar a este último como privilegiada. Incluso él llamó privilegiada, en un discurso en el campo de St. Bernard, los trabajadores de ABC porque pagan impuesto sobre la renta. El nuevo populismo alimenta a los pobres en contra de la remediación de la alegría de los millonarios que se conservan sanos y salvos.
Por tanto, estamos ante un panorama muy diferente de la del populismo desarrollista. Los promotores del nuevo populismo es, como hemos dicho, el imperialismo financiero y la gran burguesía, los sectores más reaccionarios de la clase dominante. En el gobierno, no hay ninguna autonomía especial de la burocracia estatal. Esta burocracia actúa ahora como un representante político del gran capital financiero. Los opositores del populismo se organizan ahora los trabajadores, sus derechos, y la industria nacional. Es casi una inversión exacta de Vargas populismo. La similitud fundamental es la base social de la ideología, y el instrumento y permitir una política diferente. El fetiche del Estado, la desorganización política de los trabajadores, la apelación directa del ocupante del Ejecutivo a las masas, estos mismos elementos se utilizan hoy en día, pero por razones diferentes a las de Vargas perseguidos de ayer.
¿Por qué no llamar a la actual política de una política bonapartista? Expliquemo nosotros. El bonapartismo puede ser considerado, tras el análisis de Karl Marx, una política que también apoya, como el populismo, en el culto del Estado, pero que el valor de esta diferencia, el Estado como un instrumento de orden y no la promoción de la salud . Por lo tanto, prefieren mantener el concepto de populismo. La motivación de los trabajadores que apoyan las reformas neoliberales, como la reforma de las pensiones, la CLT y otros, no es diferente a lo que ocurre con los creadores y promotores de tales reformas, aumentar las ganancias de capital, pero viables, de acuerdo con los trabajadores empobrecidos creen y desorganizado, una política social que incluya a todos en realidad. Nuestra hipótesis es que perciben que el discurso en contra de los supuestos privilegios y la política social enfocada como el comienzo de un proceso de expansión de la ciudadanía social, y no como un acuerdo político que la ciudadanía. Es el fondo de una misma aspiración para la que Vargas tuvo una ruta progresiva, aunque muy limitado. En la actualidad, este fondo de aspiración, que desafía a toda la izquierda brasileña, es convertido por los partidos neoliberales y los gobiernos en la base de apoyo a una política reaccionaria.
¿Cómo y por qué los reaccionarios tienen acceso a los sectores más empobrecidos de los trabajadores? ¿Cómo y por qué un gobierno respaldado por las fuerzas que dijeron que se sigue utilizando el populismo y su modo de antipopulistas empeorado? ¿Cómo superar el déficit de la historia organizacional de las grandes masas del pueblo trabajador de nuestro país? Comprender y superar el populismo, que es uno de los grandes desafíos de la izquierda brasileña en la actualidad.


[1] Com enfoques distintos, duas coletâneas recentes procuraram criticar o conceito de populismo. Ver Alexandre Fortes, Antonio Luigi Negro et alli, Na luta por direitos – estudos recentes em história social do trabalho. Campinas, Editora da Unicamp, 1999; Jorge Ferreira, organizador, O populismo e sua história – debate e crítica. Rio de Janeiro, Editora Civilização Brasileira, 2001.